CTA Santa Fe

Editorial: Organizarnos para disputar la distribución de la riqueza

  • Por Claudia Baigorria, Secretaria General de la CTA Autónoma provincia de Santa Fe

El fin de año encuentra al país (y la provincia de Santa Fe no es la excepción) en un marco económico que afecta profundamente a las clases populares. El costo de vida continúa su escalada y mes a mes los números de la inflación dan cuenta de lo que lxs trabajadorxs padecemos a diario cuando pretendemos satisfacer las necesidades básicas de nuestras familias. Frente a ese aumento de precios constante, los salarios, las jubilaciones y los planes sociales siguen corriendo de atrás, a la baja, y los aumentos alcanzados en paritarias nunca superan o igualan a la inflación.

En ese contexto, el martes 22 de noviembre se reunió en Buenos Aires el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, donde se aprobó (con el voto negativo de nuestra Central) un aumento de ese ingreso de referencia que alcanzará los $69.500 recién en marzo de 2023. Dicha suba eleva el actual sueldo mínimo de $57.900 en un 7% desde diciembre, 6% en enero, un 4% en febrero y 3% en marzo, con promesa de revisión en febrero de 2023. Tal como evaluó el Secretario General de la CTA Autónoma, Hugo ‘Cachorro’ Godoy, el acuerdo alcanzado “cristalizó un salario de indigencia”. 

Así lo confirman los datos de octubre publicados por el INDEC, que arrojaron que el valor de la Canasta Básica Alimentaria (que define la línea de indigencia) para un hogar de 4 integrantes (dos adultxs y dos menores) alcanzó los $62.106. En tanto, la Canasta Básica Total (que define la línea de pobreza) para un hogar de iguales características se ubicó en $139.738. De esta forma, el Salario Mínimo, Vital y Móvil establecido por ese Consejo no sólo se aleja de la definición que establece la Constitución Nacional en su artículo 14 Bis, sino también de la realidad. 

Este nuevo ajuste a los ingresos vuelve a castigar duramente -además de a lxs trabajadorxs asalariadxs formales- a los sectores más vulnerables, que son lxs beneficiarixs del Potenciar Trabajo, cuyos montos están enganchados al SMVyM. La situación se agrava porque ahora se lo pretende desvincular, tal como anunció la Ministra de Acción Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, lo que desató el repudio generalizado de nuestra Central y todas las organizaciones sociales. “El problema no es que el Salario Social Complementario esté atado al salario mínimo, sino que el SMVyM está atado a un plan de ajuste del FMI y el gobierno es totalmente frágil y está subordinado a ese esquema de ajuste en el que las empresas se enriquecen”, manifestó nuestra conducción nacional.

En la provincia de Santa Fe el escenario es similar, con un gobierno que se jacta de tener superávit fiscal, pero sostenido sobre la precarización laboral y salarial de sus trabajadorxs, con el agravante de que no dudó en practicar descuentos de haberes por los días de paros realizados por docentes y profesionales de la salud. Nuestra Central fue parte de estas luchas, repudiando también la falta de respeto del gobierno provincial al derecho de huelga con el claro objetivo de disciplinamiento, actitud que reitera con la decisión de extender el ciclo lectivo en las escuelas, castigando a toda la docencia provincial. Del mismo modo, acompañamos las masivas jornadas de paros y movilizaciones de lxs trabajadorxs de la salud (profesionales, residentes, concurrentes), que poblaron las calles por demandas salariales y laborales, además de mayor presupuesto para los hospitales públicos. Los gobiernos provincial y municipales deben atender y dar respuestas satisfactorias de manera urgente a los reclamos de la clase trabajadora, ya que seguimos sosteniendo sobre nuestras espaldas las consecuencias de las políticas de endeudamiento y concentración en pocas manos.

Por ello sostenemos que se impone discutir la distribución de la riqueza en nuestro territorio, una de las provincias más ricas del país. Algo que fundamentalmente supone crear puestos de empleo con derechos para quienes no lo tienen y terminar la con la precarización de quienes lo tienen; debatir sobre paritarias, salarios, jubilaciones, asignaciones familiares, planes sociales.  Es en ese sentido que asumimos el desafío de crecer en organización y articular con todos los sectores populares.

Por ese camino hemos estado transitando los últimos meses, fortaleciendo la institucionalidad de nuestra Central. Así, además de apostar a la lucha colectiva, hemos mantenido reuniones con el Ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, y con la Ministra de Igualdad, Género y Diversidad, María Florencia Marinaro. En ambos casos, se abrieron importantes espacios de participación y capacitación, reconociendo a nuestra Central como interlocutora en estos ámbitos.También ese reconocimiento se manifiesta en las reuniones mantenidas con intendentes, concejalxs y funcionarixs de distintos niveles por las causas de Derechos Humanos, o con la Dirección Provincial de Vivienda para solucionar el problema habitacional de nuestrxs hermanxs de Pueblos Originarios.

Como dijimos, es necesaria la unidad para alcanzar los objetivos que nos proponemos. Por ello resulta urgente la articulación con todos los sectores de la clase trabajadora que estén dispuestos a luchar para no terminar siempre perdiendo frente a las políticas de ajuste, que vienen de la mano del endeudamiento externo.

Esa unidad es algo que venimos sosteniendo en las calles, como lo hicimos en los espacios feministas y transfeministas para manifestar el repudio al intento de magnicidio contra la Vice Presidenta Cristina Fernández, o recientemente en las enormes movilizaciones que tramamos para el 25N contra la Violencia machista, o en las multisectoriales por la Memoria, Verdad y Justicia, o en las movilizaciones de las comunidades originarias, o en los banderazos por la Soberanía sobre nuestro Río Paraná, pero también en diversos espacios. Así fue como participamos en el V Congreso Sindical “Herramientas Sindicales para la prevención y el abordaje de las violencias y el acoso en el Mundo del Trabajo”. El encuentro fue organizado por la Red Ambientes de Trabajo Libres de Violencia de la provincia de Santa Fe, de la que nuestra Central y sus organizaciones formamos parte.

Tenemos grandes desafíos por delante, es mucho lo que falta y la coyuntura duele. Pero estamos transitando con convicción el camino de la lucha y la organización, sumando a nuevas organizaciones y articulando con otras. Tenemos la certeza de que este camino es el que nos permitirá estar mejor preparadxs para defender los derechos conquistados y construir una sociedad más justa.

  • Artículo publicado en el Boletín de noviembre de 2022.

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